Democracia y tecnología, a la luz de las Ciencias Sociales

El Congreso Ahotsak de Deusto subraya la potencia de las Ciencias Sociales y Humanas para comprender la democracia y la tecnología

La Universidad de Deusto ha celebrado hoy la sesión de clausura del Congreso Ahotsak. El papel de las ciencias sociales y humanas ante los retos del presente, organizado por la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas. Durante tres jornadas, el encuentro ha reunido en los campus de Bilbao y Donostia a cientos de personas —profesorado, alumnado, personal técnico, profesionales y representantes institucionales— para reflexionar colectivamente sobre dos desafíos de enorme actualidad: la democracia y la tecnología.

En el acto de cierre, la decana Ane Ferran Zubillaga ha destacado que el congreso “ha cumplido uno de sus objetivos esenciales: tejer, encarnar y compartir las aportaciones de las ciencias sociales y humanas”. Subrayó que estos días han mostrado la potencia de un enfoque holístico para comprender los desafíos contemporáneos: desde la desafección democrática y la transformación institucional hasta la irrupción acelerada de tecnologías que plantean retos inéditos para la justicia social.

“Somos sociales y humanas. Somos ciencias que explican los porqués mirando al para qué; ciencias que estudian, cuestionan y actúan. Estamos para transformar y transformarnos”, afirmó Ferran, agradeciendo el trabajo desarrollado durante dos años por el comité científico, los equipos de titulaciones y el personal técnico. La decana insistió en que el reto ahora es convertir lo reflexionado en acción, recordando que la transformación social exige tanto pensamiento como práctica: “Orain entzundakoa jaso, gozatu, ikasi… eta egin”.

La importancia de la escucha

El rector Juan José Etxeberria, por su parte, subrayó la singularidad del congreso al situar las voces —su diversidad y su autoridad— en el centro del encuentro. “Ahotsak ha antecedido a cualquier contenido. Ha puesto por delante la pluralidad de intérpretes antes que cualquier pretensión científica”, señaló. El rector defendió que este cierre debía entenderse como un gesto de escucha comprometida, no como una simple despedida: escuchar lo vivido, reconocer su valor y asumir el compromiso de proyectarlo hacia el futuro.

En su intervención, invitó a comprender el congreso como una “celebración de la escucha”, destacando que ninguna voz puede ser significativa sin un espacio articulado que la reciba: “Una voz, para ser fecunda, necesita un lugar en el que mostrar su singularidad e influencia”. Asimismo, recordó que las ciencias sociales y humanas aportan algo insustituible en el contexto universitario actual: comprensión profunda, memoria crítica, ética pública y capacidad para imaginar alternativas justas y sostenibles. “Las ciencias sociales y humanas son un saber con una especie propia. No solo analizan el presente, sino que ayudan a imaginar el futuro. La universidad debe escucharlas, cuidarlas y colocarlas en primera línea de su misión”, concluyó.

Una brújula colectiva construida entre todas las voces

A lo largo del congreso, el alumnado de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas ejerció como relator y relatora, elaborando una “brújula” conceptual que recoge los cuatro ejes que han atravesado las jornadas: formación, profesionalización, investigación y transformación social. Este trabajo —colectivo, crítico y creativo— quedará como documento de referencia para orientar futuras líneas académicas y proyectos colaborativos.

La clausura marca así el cierre formal de esta edición, pero también —como destacaron decana y rector— el inicio de un compromiso compartido: seguir escuchando, investigando y actuando para construir sociedades más justas, plurales y democráticas.

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